lunes, 23 de junio de 2014

CÓMO COMBATIR: DESNUTRICIÓN INFANTIL

Casi la mitad de las muertes de niños en todo el mundo se vinculan a la malnutrición. La desnutrición en la niñez menor de cinco años incrementa su riesgo de muerte, inhibe su desarrollo cognitivo y afecta a su estado de salud de por vida.

Un estado nutricional deficiente provoca que el niño(a) tenga menores defensas contra enfermedades comunes como las enfermedades diarreicas y las infecciones de las vías respiratorias. Estas enfermedades se producen de forma repetida y continua en los niños(as) malnutridos, generando un circulo vicioso de enfermedad recurrente y de perturbación del crecimiento.

Los tres primeros años de vida es donde inicia el desarrollo del niño, donde los nutrientes, estímulos externos y las condiciones adecuadas de vida lograrán una salud óptima. Garantizar una buena nutrición es responsabilidad del padre y la madre, y va acompañada de una alimentación balanceada, controles de salud, higiene y afecto.

Las condiciones de salud que ocasionan desnutrición por una inadecuada absorción o utilización de los nutrientes pueden ser las enfermedades renales crónicas, las enfermedades cardiopulmonares, las enfermedades digestivas, pancreáticas o hepáticas, el cáncer, los errores del metabolismo, etc.

Se debe tomar en cuenta que la buena nutrición del niño empieza durante su desarrollo en el vientre de la madre.

Un niño que está desnutrido es demasiado delgado, más pequeño que niños de su edad y se cansa fácilmente.


El control de talla y peso del niño se debe realizar de manera progresiva para conocer el estado de salud en el que se encuentra.

¿Cómo saber si mi hijo está desnutrido?


  • Déficit del peso y de la estatura que se espera para la edad
  • Atrofia muscular (se observa un desarrollo inadecuado de los músculos)
  • Retardo en la pubertad
  • Piel seca, áspera y descamándose
  • Fisuras en los párpados, labios y en los pliegues de codos y rodillas
  • Cabello seco y quebradizo
  • No tiene ganas de jugar
  • Se cansa rápido
  • Es un niño irritable
  • Las enfermedades lo atacan con más frecuencia.


Causas de origen

  • El niño no se ha alimentado de leche materna, o no recibió alimentación completa después de que se le suspendiese.
  • Alimentación insuficiente
  • Parásitos intestinales
  • Inadecuadas prácticas de la familia: no hierven el agua; no protegen los alimentos, no se lavan las manos antes de prepararlos o comerlos.

ALIMENTACIÓN

Alimentos recomendados:

Las preferencias alimentarias se adquieren muy pronto en la vida, de modo que empiece pronto a ofrecerle a su hijo un amplio abanico de alimentos.  Así mismo, es posible que necesite darle a probar un alimento nuevo a su hijo en varias ocasiones antes de que lo acepte.

La alimentación con maca como complemento alimentario debe ser introducida en las dietas diarias ya que tiene de un alto valor nutricional y trabaja en armonía con el cuerpo, sin tener en cuenta la edad o sexo. Ofrece una recuperación plena en los niños con baja hemoglobina.



Las legumbres y cereales aportan energía para el crecimiento, para hacer actividad física y para las actividades mentales (pensar, estudiar). Estos incluyen: arroz, trigo, avena, sémola y otros  cereales.

Las frutas y verduras aportan gran cantidad de vitaminas y minerales, fibra y agua. La fibra ayuda a mantener sano el aparato digestivo, limpia las arterias y previene enfermedades. Adicione aceites vegetales (no fritos) o mantequilla a las preparaciones para aumentar las calorías en caso los niños acostumbren a comer pocas cantidades.



Las carnes y huevos, junto con los lácteos representan la más importante fuente de proteínas de excelente calidad. También aportan hierro. Un huevo duro adicional al almuerzo, puede darse mezclado con los vegetales, tipo soufflé o pastel de verduras.

Adicione leche y miel a los jugos. También complemente las comidas con refrescos tipo maracuyá, chicha morada, limonada, agua de manzana, membrillo, piña, emoliente, etc.

Alimentos que debe evitar:

Evite los jugos envasados, los snacks de frituras, frituras en general, pasteles, edulcorantes artificiales y las golosinas.



No convierta el postre en el plato más deseado de las comidas. Cuando el postre se convierte en el premio por haberse comido bien la cena, es normal que los niños den más valor al pastelito que al brócoli. Intente mantener una actitud neutra hacia los alimentos.

A pesar de que la miel de abeja es un buen alimento, no se recomienda su consumo hasta los 2 años, pues podría provocar botulismo infantil, una grave enfermedad que puede provocar parálisis del sistema nervioso o la muerte.

Se ha observado un aumento de brotes alérgicos ocasionados por nueces y maníes. Además, se podría producir aspiración, es decir que en vez de tragar normalmente, el alimento se introduce en las vías respiratorias. Su consumo se recomienda pasados los 4 años.

Los chocolates y saborizantes para la leche no están indicados en la dieta infantil, pues poseen mucha grasa y azúcar, que resultan innecesarios. Además, el cacao provoca reacciones alérgicas en algunos niños.


RECOMENDACIONES GENERALES

Para que nuestros pequeños adquieran hábitos y logren una buena alimentación y nutrición, debe existir primero un compromiso familiar. Los niños no entienden nada de grasas saturadas, colesterol o hipoglucemia, todo esto parte de casa. Los padres deben comprar y cocinar más sano. Esto también se debe reflejar en la lonchera escolar.
Un buen ejercicio para lograr esto es que los hijos acompañen a sus padres al mercado o supermercado. Así se les podrá ir indicando qué alimentos son más importantes que otros y por qué.

No confunda la comida con el cariño. Encuentre formas mejores de decir “Te quiero”. Cuando se utiliza la comida para recompensar a los niños y/o para mostrarles afecto, los niños pueden empezar a utilizarla como mecanismo para afrontar el estrés u otras emociones negativas. En vez de recompensar a su hijo con manjares dañinos, abrácelo, elógielo y préstele atención.



Otro factor de ayuda es que a partir de los dos años, los niños se sienten en la mesa con los adultos, de manera que éstos sean un ejemplo y los pequeños aprendan de sus hábitos y a “comer como grandes”.

En el caso de que usted tenga que trabajar y deje a sus hijos a cargo de otra persona, evite que tenga a mano cosas que no puede comer, deje una relación de las opciones de alimentos permitidos en caso de que el niño tenga hambre y déjele también un listado con labores para cumplir, ya que el ocio y el aburrimiento hace que coman sin tener hambre.

Procure utilizar algún método de Planificación Familiar con su pareja, las familias con muchos hijos suelen presentar condiciones económicas insuficientes, lo que no les permite proporcionar una alimentación adecuada a ninguno de ellos.

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