martes, 1 de julio de 2014

CÓMO COMBATIR: CÁLCULOS RENALES


Un cálculo renal es una masa dura que se forma a partir de cristales presentes en la orina. En la mayoría de las personas, los compuestos químicos naturales en la orina detienen la formación de cálculos. Los cálculos renales se han convertido en un problema médico cada vez más común en la sociedad occidental, debido principalmente a los hábitos alimenticios pobres.

Existen terapias que ofrecen un alivio efectivo del dolor para más casos menores, así como estrategias para evitar que los cálculos se hagan más grandes, pero en general, es mucho más fácil prevenir los cálculos renales desde un principio.

Hay diferentes tipos de cálculos renales, El más común es el de tipo oxalato, compuesto por 80% de sales de calcio. Algunos cálculos están compuestos también de fosfato de calcio, ácido úrico, estruvita, cistina u otros materiales.

Si usted ha sido diagnosticado con cálculos renales o sospecha que los tiene, entonces debería estar bajo el cuidado de un profesional. Su doctor descartará otras condiciones o causas subyacentes y verificará si hay infección. En casos de piedras muy grandes o dolor severo, puede necesitar hospitalización. Esta condición puede ser una emergencia médica cuando los cálculos bloquean el tracto urinario por un largo tiempo, ocasionando que la orina de marcha atrás y distienda los riñones (hidronefrosis). Usted se encuentra además en mayor riesgo de infección al tracto urinario durante una crisis de cálculos renales agudos. El tratamiento convencional puede involucrar pulverizar los cálculos con ondas sonoras (litotricia) o removerlos mediante cirugía.


Los cálculos pequeños que no ocasionan síntomas o infección usualmente pasarán a través de tracto urinario sin problema si sigue las recomendaciones.

Síntomas
  • Dolor en un lado de la espalda baja, en el vientre o abajo en la ingle
  • Ganas de orinar frecuentes
  • Sangre y sedimentos en la orina
  • Náuseas y vómitos
  • Escalofríos y fiebre, si los cálculos ocasionan bloqueo y una infección

Causas de origen
  • Una dieta pobre
  • Deshidratación
  • Balance pH urinario
  • Alergias y sensibilidades a alimentos
  • Infecciones que disturben el flujo de fluidos
  • Obesidad
  • Inactividad
  • Deficiencia de magnesio y potasio
  • Discapacidad heredada para absorber calcio apropiadamente o excretar demasiado ácido oxálico.
  • Desórdenes metabólicos que incrementen el riesgo de formación de cálculos renales, tales como el hiperparatiroidismo, síndrome de Cushing, sarcoidosis, cáncer y otros.

ALIMENTACIÓN
Alimentos recomendados:
Muchas personas con cálculos renales sufren de deshidratación. Una falta de fluidos incrementa la concentración mineral en los riñones y, con ello, la posibilidad de que los cálculos se cristalicen. Mientras usted tenga cálculos renales, beba 2 ½ a 3 cuartos de agua pura cada día. Una vez que el cálculo haya pasado, reasuma una dosis normal de 1 vaso cada dos horas.



Siga una dieta basada en vegetales crudos y frescos, y cereales integrales; consuma granos, nueces y semillas, además de pescado por la proteína. Si debe comer productos animales, quédese con fuentes de carne magra blanca de alta calidad.

Es importante consumir fósforo para disminuir las concentraciones de calcio, oxalato y ácido úrico. Sin embargo cuando los cálculos son de estruvita, el fósforo se debe limitar. Los alimentos que contienen fósforo son la leche, el huevo, la carne, el pescado y los frijoles, entre otros.



Para prevenir los cálculos de oxalato, aumente consumo de frutas cítricas. La naranja y el limón contienen citrato, una sustancia que evita la cristalización del oxalato, lo que permite reducir la formación de cálculos de oxalato de calcio.




En cuanto a las plantas de acción eficaz en caso de cálculos, la chancapiedra es una planta silvestre que actúa frente a los cálculos renales y biliares (ya sean de oxalato de calcio  o de ácido úrico). Adicionalmente, el achiote (Bixa orellana), un arbusto que posee acción diurética y antiinflamatoria de las vías genitourinarias, cumple una importante función depurativa de los riñones.

Consuma avena y salvado diariamente, ya que reducen el riesgo de que se formen cálculos renales.

Alimentos que debe evitar:
La grasa animal ocasiona que el cuerpo excrete calcio, creando una acumulación en los riñones. Evite todas las carnes rojas, y limite su consumo de otros productos animales.

Evite la sobrecarga de calcio mediante la eliminación de productos lácteos de su dieta.

No consuma azúcar refinada, los altos niveles de insulina filtran el calcio de los huesos y los desvían al tracto urinario. Evite las bebidas gaseosas por su contenido de ácido fosfórico.



Deje de consumir cafeína y alcohol, y restrinja dramáticamente su ingesta de sal.

En caso de cálculos de fosfato de calcio, reduzca el consumo de pescados, pimientos, espinaca, cacao, chocolate, té, panes integrales y salvado de trigo. En este caso, controle también la ingesta de vitamina C.

En caso de cálculos de ácido úrico, reduzca el consumo de tomates, fresas, ciruelas, higos y chicha morada. Elimine los caldos concentrados a base de pescados y mariscos.

RECOMENDACIONES GENERALES
Una buena forma de prevenir la formación de cálculos es evitar la deshidratación relativa causada por exceso de deporte, dietas restrictivas, o simplemente por beber poco; ya que en estos casos el riñón reabsorbe al máximo el agua corporal y concentra la orina, favoreciendo la formación de cálculos.

Según un estudio publicado en el Journal of American Society of Nephrology y desarrollado por investigadores de la Universidad de Washington, la práctica de actividad física puede disminuir el riesgo de desarrollar cálculos renales, mientras que el consumo de grandes cantidades de calorías incrementa las posibilidades de padecerlos. Controle el exceso de peso, ya que la obesidad es factor de riesgo.

Cuide su higiene para evitar tener infecciones urinarias que faciliten la formación de un cálculo.

Los antiácidos que contienen aluminio pueden causar cálculos renales, especialmente cuando se consume junto con productos lácteos. Escoja un antiácido hecho sin este metal, o mejor aún, simplemente evite comidas que le provoquen indigestión.

Para ayudarle a calmar el dolor, pruebe introducirse en una bañera llena de agua caliente; además de relajarlo, el calor le ayudará a aliviar el dolor.

Usted debe contactar a su médico si presenta: dolor muy intenso en la espalda o el costado que no desaparece, sangre en la orina, fiebre y escalofríos, vómitos, orina que huele mal o luce turbia, o sensación de ardor al orinar.

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La Buena Medicina

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