Casi la mitad de las muertes de niños en todo el
mundo se vinculan a la malnutrición. La desnutrición en la niñez menor de cinco
años incrementa su riesgo de muerte, inhibe su desarrollo cognitivo y afecta a
su estado de salud de por vida.
Un estado nutricional deficiente provoca que el
niño(a) tenga menores defensas contra enfermedades comunes como las
enfermedades diarreicas y las infecciones de las vías respiratorias. Estas
enfermedades se producen de forma repetida y continua en los niños(as)
malnutridos, generando un circulo vicioso de enfermedad recurrente y de
perturbación del crecimiento.
Los tres primeros años de vida es donde inicia el
desarrollo del niño, donde los nutrientes, estímulos externos y las condiciones
adecuadas de vida lograrán una salud óptima. Garantizar una buena nutrición es
responsabilidad del padre y la madre, y va acompañada de una alimentación
balanceada, controles de salud, higiene y afecto.
Las condiciones de salud que ocasionan desnutrición
por una inadecuada absorción o utilización de los nutrientes pueden ser las
enfermedades renales crónicas, las enfermedades cardiopulmonares, las
enfermedades digestivas, pancreáticas o hepáticas, el cáncer, los errores del
metabolismo, etc.
Se debe tomar en cuenta que la buena nutrición del
niño empieza durante su desarrollo en el vientre de la madre.
Un niño que está desnutrido es demasiado delgado,
más pequeño que niños de su edad y se cansa fácilmente.
El control de talla y peso del niño se debe
realizar de manera progresiva para conocer el estado de salud en el que se
encuentra.
¿Cómo saber si mi hijo está desnutrido?
- Déficit del peso y de la estatura que se espera para la edad
- Atrofia muscular (se observa un desarrollo inadecuado de los músculos)
- Retardo en la pubertad
- Piel seca, áspera y descamándose
- Fisuras en los párpados, labios y en los pliegues de codos y rodillas
- Cabello seco y quebradizo
- No tiene ganas de jugar
- Se cansa rápido
- Es un niño irritable
- Las enfermedades lo atacan con más frecuencia.
Causas de origen
- El niño no se ha alimentado de leche materna, o no recibió alimentación completa después de que se le suspendiese.
- Alimentación insuficiente
- Parásitos intestinales
- Inadecuadas prácticas de la familia: no hierven el agua; no protegen los alimentos, no se lavan las manos antes de prepararlos o comerlos.
ALIMENTACIÓN
Alimentos recomendados:
Las
preferencias alimentarias se adquieren muy pronto en la vida, de modo que
empiece pronto a ofrecerle a su hijo un amplio abanico de alimentos. Así mismo, es posible que necesite darle a
probar un alimento nuevo a su hijo en varias ocasiones antes de que lo acepte.
La
alimentación con maca como complemento alimentario debe ser introducida en las
dietas diarias ya que tiene de un alto valor nutricional y trabaja en armonía
con el cuerpo, sin tener en cuenta la edad o sexo. Ofrece una recuperación
plena en los niños con baja hemoglobina.
Las legumbres
y cereales aportan energía para el crecimiento, para hacer actividad física y
para las actividades mentales (pensar, estudiar). Estos incluyen: arroz, trigo,
avena, sémola y otros cereales.
Las frutas y
verduras aportan gran cantidad de vitaminas y minerales, fibra y agua. La fibra
ayuda a mantener sano el aparato digestivo, limpia las arterias y previene
enfermedades. Adicione aceites vegetales (no fritos) o mantequilla a las
preparaciones para aumentar las calorías en caso los niños acostumbren a comer
pocas cantidades.
Las carnes y
huevos, junto con los lácteos representan la más importante fuente de proteínas
de excelente calidad. También aportan hierro. Un huevo duro adicional al
almuerzo, puede darse mezclado con los vegetales, tipo soufflé o pastel de verduras.
Adicione
leche y miel a los jugos. También complemente las comidas con refrescos tipo
maracuyá, chicha morada, limonada, agua de manzana, membrillo, piña, emoliente,
etc.
Alimentos que debe evitar:
Evite los jugos envasados, los snacks de frituras, frituras en general,
pasteles, edulcorantes artificiales y las golosinas.
No convierta el postre en el plato más deseado de las comidas. Cuando el
postre se convierte en el premio por haberse comido bien la cena, es normal que
los niños den más valor al pastelito que al brócoli. Intente mantener una
actitud neutra hacia los alimentos.
A pesar de que la miel de abeja es un buen alimento, no se recomienda su
consumo hasta los 2 años, pues podría provocar botulismo infantil, una grave
enfermedad que puede provocar parálisis del sistema nervioso o la muerte.
Se ha observado un aumento de brotes alérgicos ocasionados por nueces y
maníes. Además, se podría producir aspiración, es decir que en vez de tragar
normalmente, el alimento se introduce en las vías respiratorias. Su consumo se
recomienda pasados los 4 años.
Los chocolates y saborizantes para la leche no están indicados en la
dieta infantil, pues poseen mucha grasa y azúcar, que resultan innecesarios.
Además, el cacao provoca reacciones alérgicas en algunos niños.
RECOMENDACIONES GENERALES
Para que nuestros pequeños adquieran hábitos y
logren una buena alimentación y nutrición, debe existir primero un compromiso
familiar. Los niños no entienden nada de grasas saturadas, colesterol o hipoglucemia,
todo esto parte de casa. Los padres deben comprar y cocinar más sano. Esto
también se debe reflejar en la lonchera escolar.
Un buen ejercicio para lograr esto es que los hijos
acompañen a sus padres al mercado o supermercado. Así se les podrá ir indicando
qué alimentos son más importantes que otros y por qué.
No confunda la comida con el cariño. Encuentre
formas mejores de decir “Te quiero”. Cuando se utiliza la comida para
recompensar a los niños y/o para mostrarles afecto, los niños pueden empezar a
utilizarla como mecanismo para afrontar el estrés u otras emociones negativas.
En vez de recompensar a su hijo con manjares dañinos, abrácelo, elógielo y
préstele atención.
Otro factor de ayuda es que a partir de los dos
años, los niños se sienten en la mesa con los adultos, de manera que éstos sean
un ejemplo y los pequeños aprendan de sus hábitos y a “comer como grandes”.
En el caso de que usted tenga que trabajar y deje a
sus hijos a cargo de otra persona, evite que tenga a mano cosas que no puede
comer, deje una relación de las opciones de alimentos permitidos en caso de que
el niño tenga hambre y déjele también un listado con labores para cumplir, ya
que el ocio y el aburrimiento hace que coman sin tener hambre.
Procure utilizar algún método de Planificación
Familiar con su pareja, las familias con muchos hijos suelen presentar
condiciones económicas insuficientes, lo que no les permite proporcionar una
alimentación adecuada a ninguno de ellos.
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