La obesidad es el problema más común que los doctores ven en su profesión y es también un factor de riesgo para condiciones como la diabetes tipo 2, cardiopatía coronaria, colesterol (LDL) alto (el colesterol “malo”), infarto, hipertensión y muchas otras. Debido a que las personas de gran peso suelen consumir altas cantidades de comida tóxica, sus sistemas inmunológicos están disminuidos, dejándolos susceptibles a cualquier virus o bacteria que pueda estar cerca de casa o en la oficina.
Si bien los supresores de apetito y las dietas extremas ayudan a las personas a perder peso en el corto plazo, son también demasiado peligrosos para ser usados por mucho tiempo; así que en algún momento esas personas deben volver a un estilo de vida que sea saludable. Y ya que no han aprendido a incluir una alimentación saludable en el contexto de sus rutinas diarias, estas personas recuperan el peso pronto (efecto rebote).
El balance hormonal es también importante. Muchas hormonas en el cuerpo tienen un efecto en el metabolismo. Las más notables son las hormonas de la tiroides. También se ha encontrado que un desbalance de estrógeno y progesterona contribuye a la acumulación de grasa y retención de agua, y en consecuencia, a ganar peso. Esto parece ser particularmente cierto en las mujeres que usan hormonas sintéticas. Por otra parte, los bajos niveles de serotonina contribuyen a la sensación de hambre y ganas de azúcar/carbohidratos.
Puede usar el Índice de Masa Corporal (IMC) el cual se obtiene al dividir el peso (en kilogramos) entre el cuadrado de la estatura (en metros): IMC = kg/m². Si su IMC es 25 o mayor, hay una buena probabilidad de que necesite perder peso.
La estabilidad mental, emocional y espiritual de una persona no puede ser ignorada. Los desequilibrios en estas áreas suelen afectar más que las razones genéticas y físicas para ganar peso. Por ejemplo, muchas personas con depresión y ansiedad consumen alimentos complacientes a manera de tener una falsa sensación de satisfacción emocional. Tratar a la persona como un todo es primordial en cuanto a la obesidad.
Síntomas
• Subida de peso y acumulación de grasa
• Incremento de la sudoración
• Dificultad para respirar
Causas de origen
• Una dieta pobre (alta en calorías y carbohidratos simples).
• Inactividad
• Desequilibrio hormonal (particularmente la Tiroides).
• Toxinas
• Desequilibrio de los neurotransmisores (serotonina)
• Problemas mentales, emocionales o espirituales.
• Condiciones médicas preexistentes (por ejemplo: hipotiroidismo)
• Genético
• Efecto colateral de medicamentos farmacéuticos (por ejemplo: antidepresivos).
Alimentos recomendados
Compre una variedad de comidas integrales básicas. Puede comer vegetales, frutas, nueces y semillas sin cocer por la fibra y enzimas digestivas; el resto del tiempo, use métodos de cocina ligeros como asar, cocinar al vapor o a la parrilla.
Planifique consumir granos, carne magra de aves de corral, productos de soya, nueces o yogurt con cada comida.
Utilice Stevia para endulzar sus bebidas o alimentos (en lugar de azúcar refinada) y así reducir el consumo de calorías.
El té verde (Green Tea) aumenta su metabolismo haciendo que queme más grasa, también es un supresor suave del apetito lo cual hace que coma menos.
El arroz integral, pan integral y la avena son necesarios para un plan de alimentación saludable. Estos también son ricos en fibra, lo que le ayuda a sentirse lleno y lo mantiene libre de toxinas. Consuma una ración pequeña o de tamaño moderado en cada comida, nada más.
Los peces de agua fría, la linaza y los aceites prensados en frío como el aceite de oliva son necesarios para el funcionamiento apropiado de casi todos los sistemas del cuerpo, y lo ayudan a sentirse satisfecho después de una comida. Sin embargo, use estos ácidos grasos esenciales con moderación. Por ejemplo, saltee sus vegetales usando una cucharada, no un vaso, de aceite de oliva.
Consuma alimentos que sean altos en triptófanos (pavo, pollo, atún, leche de soya y yogurt de cultivos vivos sin endulzar). Este químico motiva la producción de serotonina y puede prevenir los antojos.
El jugo de vegetales es saludable y llena. Beba un vaso cada media hora antes de sus comidas para mantener su apetito bajo control.
Alimentos prohibidos
Reduzca o elimine el azúcar refinado de su dieta. El azúcar puede ser delicioso pero es alto en calorías y ocasiona cambios de humor y crisis de azúcar que pueden incrementar sus antojos.
Nada de galletas, tortas, caramelos, helados, gaseosas, pan blanco, pastas y especialmente nada de azúcares bajos en grasas, que contienen azúcar extra para compensar la riqueza perdida.
Las harinas refinadas son otro ejemplo del conocido “calorías vacías”. La pasta, el pan blanco y el arroz blanco son desprovistos de la mayoría de sus nutrientes, dejándolo con nada más que un plato lleno de calorías.
Evite la comida procesada y la comida chatarra. La comida hecha con saborizantes artificiales, colorantes y preservantes le ofrecen poco en el camino real a sostenerse. Las toxinas son altamente adictivas.
Recomendaciones Generales
Actividades diarias:
Ejercítese. Es más efectivo que sólo hacer dieta. Pero no tiene que correr una maratón para obtener los beneficios de la actividad; de hecho, es mucho mejor que tome una caminata rápida y ligera cada día en lugar de embarcarse en una actividad más extenuante una o dos veces a la semana.
Es mejor elegir un ejercicio que realmente disfrute. Si está muy fuera de forma o tiene problemas al corazón, contacte a su médico antes de iniciar un programa de ejercicios. Y lo que sea que haga, comience con ello gradualmente.
Procure tomar productos con té verde luego de los alimentos. Debido a que el té verde también le brinda energía, puede producirle insomnio si lo consume muy tarde.
No haga dietas demasiado restrictivas. El hambre y el remordimiento lo llevan a comer “lo prohibido” y en cantidades mayores a lo normal. Puede hasta desarrollar ansiedad.
Espere unas tres horas sin comer. Ordene su día comiendo algo cada tres horas, pero siempre en el mismo horario. Esto ayuda a recuperar el hambre saludable y acelerar el metabolismo.
Tenga comidas más pequeñas y regulares a lo largo del día para saciar su apetito y equilibrar los niveles de azúcar en la sangre.
No se salte comidas, particularmente el desayuno. Esto pone al cuerpo en un modo de pasar hambre que puede incrementar la acumulación de grasa. Y recuerde: incluso si no necesita perder peso, de todas formas debe comer bien y ejercitarse con regularidad.
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En nuestro próximo blog publicaremos una dieta saludable de 1600 kcal.
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Hipócrates
La Buena Medicina.
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